Aquí está la respuesta
Lo sabías…Qué es una circunstancia atenuante?
¿Sabías que en el sistema judicial cubano, la presentación voluntaria a las autoridades después de haber cometido un delito para reconocer la responsabilidad en el hecho, es considerada una circunstancia atenuante de la responsabilidad penal? Este acto no solo refleja un reconocimiento de la responsabilidad personal, sino que también puede influir positivamente en la determinación de la pena.
¿Qué es una circunstancia atenuante?
Las circunstancias atenuantes son características que pueden concurrir en cualquier delito, pero que no impactan en sus marcos sancionadores, entiéndase por ello que no los modifican. Son circunstancias que indican únicamente un menor grado de lesividad del acto o del culpable, y su efecto típico es el de proporcionar, si se manifiestan en el caso concreto, criterios que contribuyen a que los jueces individualicen la sanción final a imponer, y solo en casos extraordinarios modificarían los límites mínimos y máximos de los marcos sancionadores previstos para el delito en cuestión. Por supuesto, las circunstancias atenuantes pueden reducir la severidad de la sanción a imponer, contrario a las circunstancias agravantes, también previstas en la ley, cuyo efecto obviamente puede ser el de imponer una sanción más rigurosa.
¿Cuál es la importancia de la circunstancia atenuante que nos ocupa?
Presentarse voluntariamente a las autoridades implica que el individuo admite su responsabilidad antes de ser descubierto. Este acto de honestidad puede ser apreciado favorablemente por el sistema judicial, ya que demuestra una disposición a enfrentar las consecuencias de sus acciones y evita gastos de tiempo y recursos en la captura del infractor.
Otra circunstancia atenuante de la responsabilidad penal que no se debe obviar al encontrarse muy relacionada con esta, es la que consiste en proceder a confesar a las autoridades su participación en el hecho, ayudar a su esclarecimiento, evitar, reparar o disminuir los efectos del delito, o dar satisfacción a la víctima o perjudicado, en cualquier momento del proceso antes de declararse el juicio concluso para sentencia.
La relevancia de estos actos para el sistema penal y para la sociedad es tal que la ley las ha concebido como circunstancias que atenúan la responsabilidad exigible a quien comete un delito, y sobre todo la segunda que mencionamos, es muy invocada y apreciada en la práctica judicial. Se entienden ambas como actos de una significación meritoria para impactar de manera considerable en la determinación de la sanción.
Este tipo de conductas asumidas luego de la perpetración de un delito no solo reflejan un reconocimiento de la responsabilidad personal, sino que también pueden coadyuvar a la reinserción social de quienes han cometido un delito.